miércoles, 19 de diciembre de 2007

YMCA




Mi carnet de socio de la Associação Cristã de Moços de Rio de Janeiro. Voy al gimnasio ahí como un cristiano más y (escuchen) tengo que ir con uniforme!!! Así de simple. Un pantaloncito blanco, con una remerita blanca con el logo de la YMCA. Es un excelente disfraz para una Fiesta Plop! Anticipándome a las críticas de mis amigos bienpensantes, que deben estar horrorizados con mi decisión, explico los motivos de mi elección:
1. es el gimnasio que me queda más cerca de casa -dentro de los gimnasios que tienen una temperatura interna inferior a los 45 grados centígrados.
2. la otra opción era entrenar en cualquiera de los gimnasios de los librepensadores gays de Ipanema cuyo costo mensual oscila los 300 reales.
Ah! Observen el detalle de mi nombre: usé el ocultadísimo "Antonio" entre Diego y Galeano. Es que Antonio acá no queda tan feo ni tan viejo, pero además necesito competir con los cariocas, que tienen un promedio de 6 nombres y apellidos cada uno, además de los sobrenombres, claro! Dentro de poco me invento algún nombre más.
Recibo sugerencias...

sábado, 24 de noviembre de 2007

Efemérides: Despedidas de Buenos Aires

Los voy a extrañar a todos. A todos los que siempre extraño. Hasta la vuelta








Asado de despedida en la casa de Goyo (Palermo)



Cena de despedida en casa de mis viejos (La Plata)



sábado, 10 de noviembre de 2007

Efemérides: Buenos Aires (noviembre 2007)

Lo que resta


Viviendo mi vida sin mi. Últimos días en Buenos Aires, fotografiando desenfrenadamente libros en la Biblioteca Nacional. Durmiendo algunas noches en casa de Eric (foto) y otras en casa de mis viejos (foto de mamá de noche, ya cansada de atenderme). Sigo trabajando un poco, pero entré en ese período de reuniones de cierre, balances de gestión, despedidas, inercias. Lo que resta...

viernes, 19 de octubre de 2007

Efemérides: Rio de Janeiro (octubre 2007)

Conociendo Gloria y Lapa
(cuando Rio de Janeiro era para mí un viaje)



Folga de Vinícius! A la playa! Destino: Ipanema. A mi gusto, la más bonita entre las praias urbanas. Siguiendo una tradición bien argentina, me clavé una sunga de esas sungas que allá no uso ni en pedo. Acá los cariocas me dicen que no es estrictamente una sunga, pero para mí es suficientemente pequeña. Es esa cosa rojita que se ve en una foto en la que corro hacia el mar. Me la trajo Fabio de Italia. Todas las fotos del atardecer son de la bellísima caida del sol sobre el Morro Dois Irmãos y Pedra da Gávea.



Fui a correr por el Aterro de Flamengo (un parque bastante grande que fue el que le sacó la salida a la playa al barrio de Gloria)... y saqué unas fotos. Llegando al final, frente al Pão de Açúcar, encontré unos pibes haciendo pesas en un gimnasio improvisado sobre la playa. Uno de ellos parecía dar indicaciones a los demás, así que supuse que era un profesor que cobraba por eso. Le pregunté cómo podía hacer para utilizar las pesas, barras y demás. Me respondió: usalas, es público. (Miento, la traducción exacta sería "no es de nadie"). Así que me puse a hacer un poco de exercicios. Antes de irme le pregunté al mismo tipo quién cuidaba las pesas de noche. Me respondió: "nadie, los pobres no le roban a los pobres".



Día largo. Fui corriendo temprano desde Gloria hasta Copacabana. En el medio me crucé con varias fotos. Un gato preto, de esos que esperan que los pescadores de Flamengo dejen carnada para comer, posó para mi con el Pão de Açúcar de fondo. También el cristo redentor. Y mientras el cristo vigilaba desde lo alto, tres passistas en Botafogo posando para... nadie. Nunca entendí que estaban haciendo. Después de fotografiarlas desaparecieron. Se habrían perdido del carnaval pasado, serían sirenas, no sé.


Intruso en Glória

El intruso no es otro que yo mismo y el hombre mismo. No otro que el mismo que no termina de alterarse, a la vez aguzado y agotado, desnudado y sobreequipado, intruso en el mundo tanto como en sí mismo, inquietante oleada de lo ajeno, connatus de una infinidad excreciente.

Jean-Luc Nancy




domingo, 19 de agosto de 2007

Efemérides: invierno patagónico

3 de agosto de 2007. Nunca me voy a olvidar de este día. No quiero recordar por qué. Los que me interesan que lo sepan, lo saben. Fue un día gris, amaneció anunciando lo que venía. Nunca supe bien que hacer después que Vico recibió la llamada. Hasta hoy conservo esa sensación de duda, si hice bien, si pronuncié las palabras adecuadas, si mi cara tenía un gesto correcto. Sea como sea, fue un día que cambió la vida de los dos. En infinitas direcciones. Estar al lado tuyo fue lo único que supe hacer. Y es lo que voy a seguir haciendo.

4 de agosto. Viaje a Tigre

5 de agosto. San Telmo, Caminito, La Boca. Fuimos llegando tarde a todos los lugares. Llegábamos a medida que las cosas iban cerrando, y nos escapamos de Caminito cuando la hinchada de Boca salía enfurecida de un partido mediocre que habían empatado en La Bombonera. Terminamos en el bar El hipopótamo, ahí en Parque Lezama, esperando horas por un bife a la riojana. Fue un día peleado con el tiempo. Pero la pasamos bien.


6 de agosto. Todos saben a mi La Plata... no es que me resulte una ciudad fea, no lo es, pero tengo una relación que va desde estar acostumbrado, cansado de verla y resignado a peleame siempre con su destino pueblechano (que hereda -claro- de su comparación con Buenos Aires). La cosa es que a Vinicius le encantó. Después de mostrarle los infinitos rincones porteños, nada le pareció mejor que La Plata. Su cara de felicidad es indisimulable. Fuimos de noche a la ya clásica contemplación de la nave espacial (para los que no entienden, no es otra cosa que mirar la catedral boca arriba, y fumados)... Al otro día volvimos a la catedral, subimos por el ascensor, paseamos un poco por los edificios públicos, las plazas. Y eso bastó para que le pareciera bellísima. Bienvenido sea.


7 de agosto. Después de largas horas de viaje llegamos por fin a Villa Pehuenia. Uno de los principales objetivos del viaje era que Vinicius conociera la nieve. Todo surgió cuando yo estaba en Córdoba, y había una nevisca, le conté por msn y quedó alucinado con la idea. Después fue que me dijo que venía a Buenos Aires a ver nieve, por lo cual tuve que explicarle que no nevaba, que necesitabamos ir a la Patagonia. Creo que no terminé de transmitirle bien cómo era la lógica, que empezó a nevar en Buenos Aires y tuve que comenzar la explicación de nuevo. Que era algo histórico bla bla bla pero que igualmente ibamos a tener que ir a Patagonia, que no se iba a repetir. (Contra la voluntad de todo el mundo, rogué que no nevara de nuevo porque ya no iba a saber que decirle). En fin, afortunadamente no nevó, aunque hizo muchísimo frío. Pero sí nevó la misma noche que llegamos a Villa Pehuenia. Así que estabamos muy contentos. El día siguiente paró, fue un día hermoso, y la nieve nueva relucía. Recién cuando nos levantamos vimos la tremenda vista que tenía la cabaña (muy bonita por cierto). De noche comimos pasta cocinada por mí, con un vinito, al lado de un hogar a leña.





8 de agosto. Fuimos a esquiar a Batea Mahuida. Debo admitir que a Vini le fue mejor como principiante de sky que a mi como principante de snowboard! El día estaba lindo, aunque un poco ventoso, nos quedamos hasta que cerraron los medios de elevación (casi nos congelamos...) Había mucha, pero mucha, nieve. Dicen que fue la nevada más grande en muchísimos años, superior a la del 95. En la vuelta al pueblo, el taxista nos llevó a sacarnos unas fotos a la angostura. Después volvimos a casa, volvimos a sentir los pies, y esa noche fuimos a cenar unas pizzas muy ricas de trucha ahumada y no sé qué carajo más en un restaurant chiquito, que tenía un desproporcionado plasma en el que pasaban bailando por un sueño. Así que nos dimos el gusto de ver a la vaca de Silvia Suller refregandose su también desproporcionado culo por un año. Un espactáculo triste que intenté explicar a Vinicius, pero no pude. El postre igual estuvo bueno.





9 de agosto. Paseo en barco



10 de agosto. Nos levantamos el día de la partida, lindo día. Pedimos a una Patisserie, que tenía unas tortas buenísimas, que nos trajera el desayuno a la cama. Después fuimos a esperar que nos pasara a buscar el remisse, una espera accidentada, que no viene al caso. Chau Pehuenia! Volveremos...







11 de agosto. Jardín Botánico, sushi en el Jardín Japonés y paseo por Recoleta.



12 de agosto. Última noche en Buenos Aires, fuimos a galería pacífico.

lunes, 9 de julio de 2007

Efemérides: Nieve en Buenos Aires (julio 2007)

Feriado del 9 de julio. Me levanté tarde, abrí el msn, un amigo tenía un nick que decía que estaba nevando en Buenos Aires. Lo traté de loco, y me dijo que no, que era cierto, que nevaba en... no recuerdo, algún barrio border, tipo Villa Lugano. Al rato estaba nevando en Carlos Calvo, en la puerta de mi casa. Salí a dar una vuelta, quería estar en todos lados, con mis amigos mendocinos o cordobeses, porque allá nevaba muchísimo. Pero también en La Plata, con mi familia, en mi casa de toda la vida. Y también en Baires. Opté por eso último, y caminé solo creo que todo el centro, obelisco, corrientes, el bajo, puerto madero, san telmo. A la noche cuando volví a casa estaba congelado, pero tuve que volver a salir porque fue cuando nevó más fuerte.


Después al otro día todos tuvimos que escuchar a los imbéciles periodistas, sobre todo a esa franja progresista boluda, decir que cómo la gente festejaba cuando habían muerto, no sé, una cierta cantidad de personas de frío. Realmente los mataría a trompadas, o los mandaría a una villa para que vean cómo la gente que imaginaban sufriendo, se estaba cagando de risa, plenamente conciente de que no iban a ver nieve nunca más, en su puta vida. ¡Se muere gente de frío todos los días periodista tonto! Que te dan un micrófono y te pensás que es un carnet con derecho a decir pelotudeces libremente. Ese día fue divino, casi todos se divirtieron, menos vos que estabas escribiendo tu sucio guión para parlotear giladas progresistas al otro día. Saben bien de quienes hablo...

sábado, 7 de abril de 2007

Efemérides: Rio de Janeiro (abril 2007)

Semana Santa con Vicky en Rio de Janeiro


Viaje a Rio con mi hermana. Nos quedamos en Copacabana (fotos de arriba), hicimos playa en Ipanema (muy buenos días). Subimos hasta al Crishhhto Redentor, para honrar la santísima semana: Vean a mi hermana orando entre monjes mientras tomaba un suco de vaya a saber uno qué!




Durante la semana fuimos a Ilha Grande, donde mandaban a los presos en el siglo XIX, como acá los mandaban a Martín García!! Realmente los cagaban a los presos argentinos, en términos comparativos. Estuvo buenísimo, vimos hormigas y cangrejos gigantes, tomamos cerveza con un australiano, hicimos un paseo en barco, buceamos entre pececitos de colores, comimos pescado y caminamos mucho. Tudo otimo. Saudades de lá também...



Vuelta a Rio para pasar el fin de semana, antes de irnos. Fuimos a ver el atardecer en el Aeropador. Caminamos muchísimo las playas esa vez: Copacabana, Ipanema, Leblon, Botafogo... y fuimos una tarde a Barra de Tiyuca. "No mar estava escrita uma cidade".


miércoles, 10 de enero de 2007

Recuerdo



Me vinieron ganas de recordarte. Así, en esa imagen, joven, hermosa y con la mirada un poco perdida como siempre. Hoy lamento tanto no haber podido charlar ciertas cosas con vos Bubi. Siento que me hubieras entendido en tu locura, que es un poco mi locura. Me reconozco algo en tus excesos, en tus desbordes, aunque no hayan divertido. Aunque hayan lastimado un poco. Un poco mucho. Hasta el final estuve con vos, y hasta el final no estuve nada. ¿Por qué nunca te pregunté si eras conciente de lo que te estaba pasando? ¿Por miedo a lastimarte? ¿O por miedo a lastimarme a mí? Me hacía mal pensar que estabas ahí, recluida, cada vez más silenciosa, en medio de esa tribu de viejos que veían como se les esfumaba la vida. Intentaste gobernarlos, ser la primera y la última. Yo sé que tu delirio tenía ribetes de verdad. Sé que eras un poco una reina, loca total, pero reina al fin. Las reinas son así, viven y mueren en su mundo imaginario. En mi cabeza seguís viviendo, tal cual quisiste ser. Porque supiste convencerme de chico, de muy chiquito, que cuando uno quiere una cosa, la tiene. Eso lo saqué de vos Bubi, insisto, de tu locura, que es mi locura. En saquear un kiosco para tener todas las figuritas de un álbum, en hacer una suelta de globos para todo el mundo, en comprar pececitos de colores para armar un jardín japonés en una casa que no daba, en imaginar que los peces estaban vivos cuando estaban todos muertos, en seguir pensando que eras esa reina entre viejos que estaban casi muertos. Hay algo de fuerza ahí Bubi, hay algo de perseverancia en el ser, hay algo de locura creativa, que redescubrí leyendo una carta tuya. Sé que eso lo tengo de vos, en lo que tiene de mejor y de peor. Y te lo agradezco, en serio. Y te extraño muchísimo. Y no me olvidé de vos, aunque nunca haya ido al cementerio. No quiero ver eso, esa realidad silenciosa y decadente no sos vos. Vos sos esta foto, sos esa reina, que no pudo ser, pero que fuiste, todo al mismo tiempo.